Pese al resultado obtenido al final, el Valencia no planteó
bien las cosas en el inicio del partido. De hecho hasta el minuto 37 en que
Alcácer marca el 1-0, la presión del Basilea y el desorden atacante del
Valencia hacían prever que la gesta era prácticamente imposible.
Los primeros minutos fueron más ganas que estrategia para
los locales. Atacaron y presionaron a los suizos sin ley ni orden, lo que no
les dio buen resultado hasta un fallo en la defensa de los visitantes.
En la siguiente imagen observamos la presión del Valencia en
campo contrario.
Una presión desordenada sin ningún tipo de jerarquía, en una
porción muy pequeña del campo se juntan hasta 8 jugadores para robar el balón,
cuando lo consiguen, ellos mismos se estorban y no encuentran pase,
evidentemente solo quedan 2 jugadores de campo, que estaban en la retaguardia, el
balón finalmente es del Basilea, más organizado en defensa. Esta presión se
repitió hasta la saciedad en los primeros minutos, conseguían robar pero luego
no tenían oportunidad de hacer nada por culpa de permanecer tan juntos.
Cuando atacaban, lo hacían sin apoyos, y con una buena
presión del contrario como se ve en la siguiente pantalla:
El jugador 1 presiona directamente al lateral hacia la
banda, mientras el 2 lo hace pasivamente. Feghouli le marca el pase pero el 4 y
el 3 están al quite para cerrarlo, y observamos en el círculo rojo que no
existen apoyos por el centro, y que los dos atacantes del Valencia se
encuentran juntos y bien cubiertos.
Así termina la jugada, el lateral ha de darse la vuelta
debido a la presión, el 3 empieza a salir junto con el lateral y el 2 se
prepara para presionar el pase atrás.
Vuelve a presionar en el centro del campo, rodeando con
hasta 4 jugadores a Parejo, que no encuentra pase porque los apoyos están
demasiado alejados y no se ofrecen, tiene que volver a empezar la jugada desde
atrás.
Aquí volvemos a ver que el centro del campo es de Basilea,
al Valencia le era muy complicado salir con el balón jugado. Todo el círculo central
está vacío y nadie se ofrece, por lo que tienen que jugar en largo, fácil para
el Basilea.
Y esta fue la tónica de los primeros 35 minutos de partido,
un Valencia con más fe que orden que no podía sobrepasar la estudiada defensa
suiza.
Luego llegó el primer gol, en un despiste en la marca:
El error está en el jugador con la flecha roja, que va hacia
el centro cuando ya hay dos jugadores, uno tapando pase y el otro en su
diagonal por si el jugador del Valencia intenta el regate y lo supera. Aquí la
superioridad es del atacante, que va de frente y tiene dos líneas de pase
abiertas, la de Feghouli que le gana la espalda al defensa y sobre todo la de
Alcácer gracias al jugador que ya hemos dicho que se va al centro y le deja
libre la entrada por esa parte del área.
Aquí cambió todo, el segundo gol llegó antes del descanso
después de un córner en que Vargas salta más que los defensores. La segunda
parte iba a cambiar completamente el partido, y es aquí donde el Basilea
cometió el error.
Ya vemos nada más empezar la segunda parte que el Basilea
empieza a presionar en campo propio, lo que deja al Valencia más libertad. El
problema es que el equipo local viene de hacer 2 goles a última hora del primer
tiempo, tienen la moral por las nubes y solo con un gol más forzarían la
prórroga, y eso no se tuvo en cuenta o no se le dio el valor que tiene, con
todos los respetos por supuesto, ya que excepto en los dos goles el Basilea
estaba haciendo muy bien las cosas, pero en mi opinión, con solo 1 gol de
margen, deberían haber metido miedo al Valencia, pues un gol de Basilea le obligaba
al Valencia a meter 5.
Podemos observar que hay 9 jugadores en su propio campo y
solo el punta en campo contrario. Esto significa renunciar totalmente a hacer
un gol, y esperar a poder aguantar los ataques del Valencia durante 45 minutos
más, grave error.
En la imagen de arriba vemos un “ataque” del Basilea, con 3 jugadores, contra
6, definitivamente y con media hora por delante aun, solo buscaban que no les
hicieran el tercero:
Llegó en una jugada de tiralíneas, la defensa se duerme,
y deja un 3 para 3. El pase es fenomenal, la dejada de tacón bestial, y el
trallazo extraordinario, una jugada perfecta. El jugador con el círculo rojo es
el que comete el mayor error dejando tal ventaja al jugador del Valencia que posteriormente
dejará templadito el balón para que fusile Alcácer. Un placer de gol.
La prórroga fue lo que se esperaba, jugadores cansados y
parecía que todo podía acabar con los penaltis hasta que vinieron dos justas
expulsiones de los visitantes y el Valencia completó la gesta con un 5-0.
Las claves para mi fueron: el fallo en el primer gol y el
planteamiento del Basilea de la segunda mitad.